domingo, 13 de septiembre de 2020

 ARDALES vs. ÁLORA y vv.

El Camino del rey

(Capítulo III)



En El Chorro se iba extendiendo la zona de escalada, ya no solo se escalaba en Los Castillones (Paredes frontales) si no que los alpinistas fijan sus actividades en las paredes del desfiladero, lugar muy accesible gracias a los balconcillos del Camino del Rey. Primero en los Gaitanes y en las paredes del Gaitanejo después. El pantano ya queda cerca y no es raro acudir a sus aguas a darse un chapuzón después de un día de escalada.


En la foto de la izquierda escalando en la apertura de las placas más tarde denominadas "Olimpo". Foto: Andrés Server. En la otra imagen Sebi González en los últimos largos de una vía en el desfiladero de los Gaitanes. Foto. Clemente González

 Es entonces cuando comienza a tener auge nacional e internacional el famoso desfiladero y su aéreo paso de los balconcillos, en aquel momento perfectamente conservado gracias al mantenimiento de los trabajadores de la Compañía Sevillana de Electricidad, propietaria entonces de los denominados Balconcillos y de los de la central Hidroeléctrica del Chorro. El Chorro ya suena en casi toda Europa gracias a los artículos publicados en muchas revistas nacionales e internacionales de montaña, después en guías de escalada que facilitan encuentros de escaladores de todos sitios. Las concentraciones siempre se hacían en la estación de El Chorro, lugar de más fácil acceso a las paredes y al Camino del Rey.
La prensa recoge la celebración del "II Encuentro de Escaladores del Sur de España", encuentro que tuvo una gran repercusión en toda España.

 A finales de los años 70 o primeros de los 80 se desencadena el “fenómeno” de lo que más tarde se conocería como “turismo rural”. En esos momentos es cuando Ardales reacciona y pone en función su territorio municipal de la orilla sureste del embalse Conde de Guadalhorce, entonces en manos del IARA, que cede al ayuntamiento ardaleño la administración del “Parque Recreativo de El Chorro”[1] (más tarde llamado “Parque Ardales[2]” gestionado entonces por el desaparecido Instituto); las ruinas de Bobastro, en las mesas de Villaverde y la vertiente derecha del desfiladero de los Gaitanes con el ya muy deteriorado (por el abandono de mantenimiento por la compañía eléctrica que lo mantenía) Camino del Rey.

Recorte de prensa que recoge el acto de cesión al Ayuntamiento de Ardales.
 

Para 1989 ya eran más de 85.000 personas las que habían visitado el Parque Ardales en el pantano, el turismo iba en auge[3]. Mientras, en El Chorro si apenas se dejan ver algunos turistas, solo los montañeros continuaban con sus actividades de escalada tanto en los Castillones como cada vez más en el desfiladero por las ventajas y facilidades que ofrecía las pasarelas del Camino del Rey para acceder a las vías de escalada.



[1] Diario SUR de 25 de noviembre de 1986

[2] En 1986 aparece un croquis-guía del Parque Ardales, mostrando los puntos de interés de la zona y la ubicación del Parque recreativo, Control de acampadas y una oficina de turismo elaborado por P. Cantalejo, verdadero impulsor del desarrollo de toda esta zona y otras de la comarca.

[3] Diario SUR de 14 de octubre de 1989, pág. 13

2 comentarios:

  1. Manuel Gómez me rectifica el nombre de las Placas. Dónde dice Calipso ha de decir Placas del Olimpo o Placa de la Manimba. Gracias Manuel.

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