sábado, 19 de septiembre de 2020

 UNA VISITA REAL AL PANTANO DEL CHORRO (Entrada I)


PRÓLOGO

 


Meses atrás, un buen amigo mío de Ardales, publicaba en una página de las redes sociales que administra, su satisfacción al resolver una de las dudas que tanto a él como a mí mismo nos preocupaba desde hacía mucho tiempo con respecto a un episodio de la historia del Camino del Rey. Se trataba —por fin—, de saber exactamente si el rey Alfonso XIII, tras su visita de la colocación de la última piedra, y firmar el acta de terminación de las obras de la presa del embalse entonces llamado Pantano del Chorro, hoy Conde de Guadalhorce, recorrió todo el camino de los Balconcillos. Él siempre defendió que el Monarca no pasó toda la travesía del Desfiladero de los Gaitanes, aludía a que aquel 21 de Mayo de 1921 fue muy lluvioso y que la parte terriza de la zona del Hoyo estaría totalmente embarrada, desistiendo la comitiva real de seguir la senda marcada y subirse al tren en el apeadero del puente de la Cueva del Toro para seguir camino hacia El Chorro. Yo siempre le argumentaba que Rafael Benjumea no dejaría pasar la ocasión de asombrar al Rey, aún más si cabe, al mostrarle el impresionante paisaje que se vislumbra desde el puente-acueducto de Ribera, desfiladero abajo, en los tajos de los Gaitanes. Además, lo del terreno embarrado no me convencía mucho ya que la comitiva se "hartó" de pisar charcos y barro al recorrer toda la coronación de la presa y un poco más no iba a servir de excusa y perderse el soberbio paisaje desde el puente de los Gaitanes que sin duda, al ingeniero responsable de estas obras, le hubiera encantado enseñarle al Rey. Así que la argumentación de mi amigo no me cuadraba mucho, tendría que haber otros motivos ¿Cómo  iba a dejar pasar semejante oportunidad, el "Ingeniero poeta", de sorprender al Soberano?

El Archivo Municipal de Málaga, cerró el mes de mayo de 2016 de publicaciones en su página de las redes sociales, con la imagen de una tarjeta-tríptico de invitación, que 95 años atrás, se editó para las autoridades malagueñas en su visita a la zona y acompañamiento a Alfonso XIII en su visita al Pantano del Chorro. En uno de los puntos del programa, exactamente el octavo, dice: "Visita a "El Chorro"; tren en la Cueva del Toro". Esta es la prueba irrefutable que buscaba mi amigo para asentar su tesis y demostrar que el Rey no cruzó todo el Desfiladero de los Gaitanes por los entonces llamados "Balconcillos". Pero claro, esto no justificaba el estado de enfangamiento del camino del Hoyo hasta el siguiente tramo de esos Balconcillos, el más alto, grandioso y atrevido de todo el desfiladero, pues la tarjeta de invitación estaría impresa no días antes, sino semanas, y poco podrían saber los autores de la misma las condiciones meteorológicas que haría aquél 21 de mayo.

Ante esto me puse inmediatamente a corroborar este extremo; investigue en los diferentes archivos de Málaga y revise decenas de periódicos y revistas de la época en las hemerotecas. Pero nada me hacía ratificar lo que anunciaba aquél tríptico. Si es verdad, que de todas las excursiones realizadas a la zona después de la visita real, solo hablaban de los balconcillos de la zona del Gaitanejo, todas acababan con una foto en el puente de la Cueva del Toro, misteriosamente nunca se mostraban imágenes más allá de este lugar, si acaso alguna foto del desarenador de este sitio.

Después de Alfonso XIII fueron muchas las personalidades que visitaron estos maravillosos parajes hasta este mismo puente. En ese lugar se fotografiaron el ministro de Instrucción Pública Francisco Bergamín en 1923, unos marinos norteamericanos invitados por el Ayuntamiento de Málaga en 1924, el presidente del gobierno Primo de Rivera en Julio de 1924 , el subsecretario de Fomento general Vives también en 1924, las personalidades italianas que inauguraron el cable Anzio-Málaga-Nueva York, invitados por el gobernador, general Cano en 1925, los miembros de la Sociedad Excursionista de Málaga, estos en numerosas ocasiones. Todas estas excursiones y visitas tienen el denominador común de hacerse muchas fotos de estos lugares, pero nunca más allá del puente de la Cueva del Toro.

Otro detalle que durante muchos años estuve viendo al recorrer estas pasarelas, pero que no me llamó especialmente la atención —hasta ahora—, era la construcción de este primer tramo de los Balconcillos. De todos es sabido del gusto arquitectónico tan exquisito que tenía Rafael Benjumea y esto lo demostró en la propia construcción de la presa del pantano del Chorro y en la presa y central del Gaitanejo, única en Europa entonces de este tipo. No en vano le apodaron el "Ingeniero Poeta", por eso construyó e ideo las pasarelas del Camino del Rey dotándolas en este primer tramo de unos bonitos arcos de forja de medio punto anclados en los propios pilares de la pasarela y embutidos en la roca respectivamente (hoy desaparecidos casi en su totalidad) cosa que en el tramo del tajo de los Gaitanes, el más grandioso de todos, estos arcos nunca existieron.

Pero lo que realmente me llamó poderosamente la atención fueron dos fotos de Otto Wunderlich, ambas están fechadas en 1923, la primera esta realizada desde la vía del tren a la altura del puente de la Cueva del Toro y muestra el Camino del Rey en los tajos del Gaitanejo, y la siguiente está hecha desde el puente de la Falla Grande en las mismas vías del tren, esta fotografía presenta una imagen del puente-acueducto de Ribera durante los trabajos de reparación después de que un gran bloque se desprendiera de la parte alta del tajo y lo destrozara en noviembre de 1923, dejando a Málaga varios meses sin energía eléctrica, en la imagen se ven los cables (de tan triste recuerdo) que tendieron, a modo de cabestrante para llevar los diferentes materiales desde las vías del ferrocarril hasta el propio puente, pero ni rastro de balconcillos ni pasarelas alguna. Difícilmente podría pasar el Monarca por este sitio.

Siguen las visitas al Desfiladero de los Gaitanes, pero siempre partiendo desde el Gaitanejo, se siguen publicando fotos de estos lugares, casi siempre son las mismas, hasta que me topé con una publicación de la Sociedad Excursionista de Málaga, que trataba de una excursión llevada a cabo el domingo 28 de abril de 1929 por algunos de sus socios. Aquí se ve por primera vez (al menos yo no lo he visto antes) la primera foto de los Balconcillos en la zona de los Gaitanes, poco antes del puente de Ribera; antes, el año anterior, en una crónica publicada en la revista Nuevo Mundo de 22 de junio de 1928 por J. Manuel Prado López dice entre otras cosas "...pero entonces el humano empeño tiende entre los dos Gaitanes vecinos un férreo brazo y el caminillo valiente salta sobre él, gozoso de burlar la sima y prosigue su quebrado curioseo". Es la primera vez que se habla de este puente por excursionistas que lo visitan a pie, pues antes de los Balconcillos este recorrido se hacía en unos botes de vigilancia que navegaban por el propio canal.

Esto, unido a que el general Miguel Primo de Rivera hace ministro de Fomento a Rafael Benjumea en 1926 y en consecuencia deja su trabajo como ingeniero jefe en El Chorro, hace suponer que la segunda parte del recorrido de los Balconcillos se llevan a cabo bajo la dirección de otra persona y al menos cinco años después de la visita real, de ahí el contraste entre el primer tramo y el segundo de los Balconcillos de los Gaitanes.

Así que mi amigo tenía toda la razón del mundo, lo reconozco: el rey Alfonso XIII jamás recorrió todo el Desfiladero de los Gaitanes, pero no por las fuertes lluvias caídas y el intenso barrizal que habría ese 21 de mayo de 1921, no: el Rey no recorrió todo el camino porque sencillamente: ¡La segunda parte del Camino del Rey no existía!

CGS

Primavera de 2017

 

 

Puente de Ribera desde el viaducto de la Falla Grande en los Gaitanes. Obras de reparación. del puente - acueducto el mismo año, en la cual no se aprecia ninguna pasarela o camino en la Falla Chica, cerca del puente. (Foto: Otto Wunderlinch, 1923)



 


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