UNA VISITA REAL AL PANTANO DEL CHORRO (Entrada I)
PRÓLOGO
Meses atrás, un buen
amigo mío de Ardales, publicaba en una página de las redes sociales que
administra, su satisfacción al resolver una de las dudas que tanto a él como a
mí mismo nos preocupaba desde hacía mucho tiempo con respecto a un episodio de
la historia del Camino del Rey. Se trataba —por fin—, de saber exactamente si
el rey Alfonso XIII, tras su visita de la colocación de la última piedra, y
firmar el acta de terminación de las obras de la presa del embalse entonces
llamado Pantano del Chorro, hoy Conde de Guadalhorce, recorrió todo el camino
de los Balconcillos. Él siempre defendió que el Monarca no pasó toda la
travesía del Desfiladero de los Gaitanes, aludía a que aquel 21 de Mayo de 1921
fue muy lluvioso y que la parte terriza de la zona del Hoyo estaría totalmente
embarrada, desistiendo la comitiva real de seguir la senda marcada y subirse al
tren en el apeadero del puente de la Cueva del Toro para seguir camino hacia El
Chorro. Yo siempre le argumentaba que Rafael Benjumea no dejaría pasar la
ocasión de asombrar al Rey, aún más si cabe, al mostrarle el impresionante
paisaje que se vislumbra desde el puente-acueducto de Ribera, desfiladero
abajo, en los tajos de los Gaitanes. Además, lo del terreno embarrado no me
convencía mucho ya que la comitiva se "hartó" de pisar charcos y
barro al recorrer toda la coronación de la presa y un poco más no iba a servir
de excusa y perderse el soberbio paisaje desde el puente de los Gaitanes que
sin duda, al ingeniero responsable de estas obras, le hubiera encantado enseñarle
al Rey. Así que la argumentación de mi amigo no me cuadraba mucho, tendría que
haber otros motivos ¿Cómo iba a dejar
pasar semejante oportunidad, el "Ingeniero poeta", de sorprender al
Soberano?
El Archivo Municipal de
Málaga, cerró el mes de mayo de 2016 de publicaciones en su página de las redes
sociales, con la imagen de una tarjeta-tríptico de invitación, que 95 años
atrás, se editó para las autoridades malagueñas en su visita a la zona y
acompañamiento a Alfonso XIII en su visita al Pantano del Chorro. En uno de los
puntos del programa, exactamente el octavo, dice: "Visita a "El Chorro"; tren en la Cueva del Toro".
Esta es la prueba irrefutable que buscaba mi amigo para asentar su tesis y
demostrar que el Rey no cruzó todo el Desfiladero de los Gaitanes por los
entonces llamados "Balconcillos". Pero claro, esto no justificaba el
estado de enfangamiento del camino del Hoyo hasta el siguiente tramo de esos
Balconcillos, el más alto, grandioso y atrevido de todo el desfiladero, pues la
tarjeta de invitación estaría impresa no días antes, sino semanas, y poco
podrían saber los autores de la misma las condiciones meteorológicas que haría
aquél 21 de mayo.
Ante esto me puse
inmediatamente a corroborar este extremo; investigue en los diferentes archivos
de Málaga y revise decenas de periódicos y revistas de la época en las
hemerotecas. Pero nada me hacía ratificar lo que anunciaba aquél tríptico. Si
es verdad, que de todas las excursiones realizadas a la zona después de la
visita real, solo hablaban de los balconcillos de la zona del Gaitanejo, todas
acababan con una foto en el puente de la Cueva del Toro, misteriosamente nunca
se mostraban imágenes más allá de este lugar, si acaso alguna foto del
desarenador de este sitio.
Después de Alfonso XIII
fueron muchas las personalidades que visitaron estos maravillosos parajes hasta
este mismo puente. En ese lugar se fotografiaron el ministro de Instrucción
Pública Francisco Bergamín en 1923, unos marinos norteamericanos invitados por
el Ayuntamiento de Málaga en 1924, el presidente del gobierno Primo de Rivera
en Julio de 1924 , el subsecretario de Fomento general Vives también en 1924,
las personalidades italianas que inauguraron el cable Anzio-Málaga-Nueva York,
invitados por el gobernador, general Cano en 1925, los miembros de la Sociedad
Excursionista de Málaga, estos en numerosas ocasiones. Todas estas excursiones
y visitas tienen el denominador común de hacerse muchas fotos de estos lugares,
pero nunca más allá del puente de la Cueva del Toro.
Otro detalle que durante
muchos años estuve viendo al recorrer estas pasarelas, pero que no me llamó
especialmente la atención —hasta ahora—, era la construcción de este primer
tramo de los Balconcillos. De todos es sabido del gusto arquitectónico tan
exquisito que tenía Rafael Benjumea y esto lo demostró en la propia
construcción de la presa del pantano del Chorro y en la presa y central del
Gaitanejo, única en Europa entonces de este tipo. No en vano le apodaron el
"Ingeniero Poeta", por eso construyó e ideo las pasarelas del Camino
del Rey dotándolas en este primer tramo de unos bonitos arcos de forja de medio
punto anclados en los propios pilares de la pasarela y embutidos en la roca
respectivamente (hoy desaparecidos casi en su totalidad) cosa que en el tramo
del tajo de los Gaitanes, el más grandioso de todos, estos arcos nunca
existieron.
Pero lo que realmente me
llamó poderosamente la atención fueron dos fotos de Otto Wunderlich, ambas
están fechadas en 1923, la primera esta realizada desde la vía del tren a la
altura del puente de la Cueva del Toro y muestra el Camino del Rey en los tajos
del Gaitanejo, y la siguiente está hecha desde el puente de la Falla Grande en
las mismas vías del tren, esta fotografía presenta una imagen del
puente-acueducto de Ribera durante los trabajos de reparación después de que un
gran bloque se desprendiera de la parte alta del tajo y lo destrozara en
noviembre de 1923, dejando a Málaga varios meses sin energía eléctrica, en la
imagen se ven los cables (de tan triste recuerdo) que tendieron, a modo de
cabestrante para llevar los diferentes materiales desde las vías del
ferrocarril hasta el propio puente, pero ni rastro de balconcillos ni pasarelas
alguna. Difícilmente podría pasar el Monarca por este sitio.
Siguen las visitas al
Desfiladero de los Gaitanes, pero siempre partiendo desde el Gaitanejo, se
siguen publicando fotos de estos lugares, casi siempre son las mismas, hasta
que me topé con una publicación de la Sociedad Excursionista de Málaga, que
trataba de una excursión llevada a cabo el domingo 28 de abril de 1929 por
algunos de sus socios. Aquí se ve por primera vez (al menos yo no lo he visto
antes) la primera foto de los Balconcillos en la zona de los Gaitanes, poco
antes del puente de Ribera; antes, el año anterior, en una crónica publicada en
la revista Nuevo Mundo de 22 de junio de 1928 por J. Manuel Prado López dice
entre otras cosas "...pero entonces
el humano empeño tiende entre los dos Gaitanes vecinos un férreo brazo y el
caminillo valiente salta sobre él, gozoso de burlar la sima y prosigue su
quebrado curioseo". Es la primera vez que se habla de este puente por
excursionistas que lo visitan a pie, pues antes de los Balconcillos este
recorrido se hacía en unos botes de vigilancia que navegaban por el propio
canal.
Esto, unido a que el
general Miguel Primo de Rivera hace ministro de Fomento a Rafael Benjumea en
1926 y en consecuencia deja su trabajo como ingeniero jefe en El Chorro, hace
suponer que la segunda parte del recorrido de los Balconcillos se llevan a cabo
bajo la dirección de otra persona y al menos cinco años después de la visita
real, de ahí el contraste entre el primer tramo y el segundo de los
Balconcillos de los Gaitanes.
Así que mi amigo tenía
toda la razón del mundo, lo reconozco: el rey Alfonso XIII jamás recorrió todo
el Desfiladero de los Gaitanes, pero no por las fuertes lluvias caídas y el
intenso barrizal que habría ese 21 de mayo de 1921, no: el Rey no recorrió todo
el camino porque sencillamente: ¡La segunda parte del Camino del Rey no
existía!
CGS
Primavera de 2017
Puente de Ribera desde el viaducto de la Falla Grande en los Gaitanes. Obras de reparación. del puente - acueducto el mismo año, en la cual no se aprecia ninguna pasarela o camino en la Falla Chica, cerca del puente. (Foto: Otto Wunderlinch, 1923)
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